Hasta que por fin mude de piel

Por: Isabella Rios Mora 6°C

El 4 de julio de 2008 nació Mia, una niña muy feliz y llena de amor, la cual todavía creía que el mundo era color rosa. Cada año crecía más y más hasta que en su cumpleaños número 8 sus papás le tenían una mala noticia, que la mamá tenía cáncer. Ella trató de pensar en cosas positivas para poder afrontar la situación, pero no fue posible dado a que el bullying en su escuela solo empeoraba las cosas y no solo eso, sino que en su casa las cosas también empeoraban, dado a que se estaban quedando sin dinero, sin poder darle la medicina necesaria a su mamá y sin poderla llevar al hospital. Ella sin poder estudiar porque no podían pagar su colegio, le tocó empezar a trabajar junto a su papá, dejaron sola a la mamá en la casa, ella no soporto más y falleció, al llegar Mia a la casa se encontró con su mamá en el piso, Mia llena de dolor comenzó a estudiar sola en la casa no por virtual, no por presencial sino que ella buscaba la forma de aprender sin tener que pagar dinero para asistir a un colegio, el papá tratando de mejorar la vida a Mia le dijo que él le enseñaría todo lo que quisiera aprender. Mia, en un día normal se tuvo que quedar sola en la casa, porque el papá tenía que hacer un trabajo fuera de la ciudad, así que Mia aprovechaba para buscar cómo poder conseguir dinero y consiguió un modo que era en las redes sociales. Cada día se iba haciendo más famosa por hacer videos bailando y como eran sus rutinas de la mañana, tarde y noche. Primero inició con 100 seguidores y se esforzaba mucho para poder obtener más seguidores y así obtener dinero para poder mantener a su familia con buena comida y salud. Un día su papá regresó con una sorpresa: ahora Mia tenía una madrastra y una hermanastra, ella no estaba acostumbrada porque desde chiquita perdió a su madre así que no sabía cómo se siente tener una madre, pero como todos los cuentos de hadas o especialmente Cenicienta la hermanastra y la madrastra son muy malas con Cenicienta. Como todos los días ella iba a ir a trabajar, pero el papá le dijo “quédate en la casa que tú siempre estás trabajando” Mia negó con la cabeza ella si quería trabajar, pero se acordó de que tenía las redes sociales para poder conseguir dinero, así que volvía a retomar y acertó con la cabeza, fue corriendo a su cuarto que no tenía tanta decoración con una cama vieja, apenas un televisor que ya las personas ni reconocían y una pequeña mesa de noche que ya se estaba acabando. La madrastra fue al cuarto de Mia y se empezó a reír, Mia la mira y le dice: “¿Por qué te ríes?” la madrastra solo le dice “Que pobre es tu cuarto, espero que el mío esté más bonito que el tuyo” la madrastra se retira y lo único que pensaba era en poder sacar a esa niña de la casa. Prontamente Mia se iba cansando de su madrastra y su hermanastra era peor, ella empezó a ser rica y muy famosa, pero como su madrastra fue tan mala que no ganó ni un billete y su hermanastra tampoco. Lo malo es que la madrasta mintió en que Mia la había lastimado mientras no estaba el papá, el papá con el dolor del mundo decidió que Mia se vaya de la casa, Mia alistó sus cosas y se fue, no les dejó nada de dinero de lo que ganó y se fue a vivir sola. Fue tan exitosa que tuvo el mejor empleo que nadie pueda pensar, todos ya no se burlaban de ella sino que querían ser sus amigos para que les den dinero y solo querían dinero. Pero hubo una amiga que no se interesaba por el dinero, la chica se interesaba por tener una gran amistad con ella y la mejor amiga se llama Sofía.

Sofía y Mia fueron las mejores amigas del mundo, ambas trabajaron juntas, Mia en arquitectura y Sofía de Diseño de interiores y se volvieron ricas, cada una se fue por un lado, pero a pesar de la distancia seguían en contacto, ambas aprendieron que no importa el dinero sino que tener una buena amistad es lo que completa todo y que el mundo no siempre es color rosa a veces es de diferentes colores.