“Flex Culture” lo que no sabías que te cambia la vida
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- 30 jun 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 3 jul 2020
Por: Santiago Andrés Guzmán Cháves.
¡Hola a todos!, me alegra que estén leyendo esto y espero que hasta el momento lo hayan disfrutado. En un primer momento les quiero dar las gracias por apoyar este nuevo proyecto, como sabrán todo el contenido que verán en este sitio está hecho por estudiantes y para estudiantes. Ahora, considero necesario aclararles los temas que voy a tocar de manera recurrente en esta sección, pues aquí seguramente no van a encontrar situaciones con poca relevancia a la juventud o temáticas que no generen divisiones ideológicas, pero ahí reside el mismo objetivo, lograr hacer pública una perspectiva con coherencia, respeto, veracidad y por supuesto, que ustedes puedan formular su propia postura.
Hace un par de semanas, mientras almorzaba con mis padres se reprodujo en aleatorio una canción de una de las nuevas estrellas de Trap en inglés, Daniel Hernández o más conocido como Tekashi. En cuestión de segundos mi padre dirigió su mirada al televisor en donde se podía visualizar el videoclip y sin pensarlo me preguntó dos cosas, la primera, ¿Por qué tiene tres relojes? Y la segunda, ¿Por qué carga fajos de dinero? La respuesta a esto es la cultura “Flex” que en lenguaje urbano se refiere a mostrar objetos de valor como artículos de diseñador, bienes raíces o automóviles sin la más mínima humildad. Esto nos remonta directamente a los Estados Unidos, pero lo que no tenemos muy en cuenta es que esto sucede en Colombia, con ayuda de plataformas digitales como Instagram o Tik Tok. Muchos dirían que uno elige lo que quiere ver o no, pero tristemente ese poder ya no lo tenemos nosotros ni nuestros padres y es una cuestión preocupante, pues indirectamente afectan nuestras decisiones y aspiraciones.
Creo que cabe recordar que un influenciador es aquella persona que tiene la capacidad de conducir masas tal como a este le plazca, o más interesante aún, lo que el “influencer” considere correcto. Ahora, usted seguidor/a de Luisa Fernanda W, del “Mindo”, Sebastián Villalobos, “Epa Colombia”, “La Pulla”, Nicolás Arrieta ¿Cree que conoce a estas personas tan bien como para que confíe en su ética? Más que criticar el trabajo que desempeñan, porque crear contenido digital tiene su complejidad, es resaltar que estos tienen el poder de generar un cambio entre la juventud y a veces lo desperdician de una manera descarada, y sí, cada quién tiene derecho a publicar lo que quiera, de eso se tratan las redes sociales (que por cierto aún no son reguladas), pero estoy más que seguro que otros creadores de contenido que no se encuentran en esta privilegiada posición desempeñarían mucho mejor esta labor y producirían cosas más productivas, cosas que aporten a mejorar un país que se encuentra en una olla a presión.
La nueva mercadotecnia es tan amplia como le red lo permita y tan compleja como el creador lo quiera, no puedo entrar a juzgar que un instagramer luzca una sudadera Gucci o Louis Vuitton porque exactamente a eso es a lo que se dedican y aunque son marcas que por lo general mantienen a sus propios trabajadores en pésimas condiciones y les importa poco los recursos que manejan, ese es el sustento que los influencers tienen para vivir, ellos se deben a las marcas ya sean nacionales o internacionales. Ya la situación se pone seria cuando entramos a ver que un profesional o especialista en Colombia, que sea bilingüe y con 3 años de experiencia esté ganando alrededor de $3’140.000 a $4’030.000 (Unal Medellín, 2019) y que una influencer, como por ejemplo Luisa Fernanda W, esté cobrando por una historia que dura 24 horas en Instagram diecisiete millones de pesos y por una publicación permanente treinta millones de pesos (Dinero, 2020). Reitero, no es que ella no se esfuerce por tener su sustento, si no que algo de estos datos no es lógico. Ahí es donde la cultura Flex entra en juego en Colombia con sus cero garantías al público y sus tantas ganancias a nivel empresarial.
Ahora démosle la vuelta al chicharrón que tenemos en frente y veamos los problemas que tiene el consumidor, porque al fin y al cabo uno decide qué consume o qué no consume, o más bien eso es lo que creemos y es ahí donde está uno de los puntos más importantes. La verdadera situación es que, por algún extraño motivo, ese papel filtro que en este caso sería nuestro criterio y nuestra voluntad no está funcionando, porque puede ser que mi youtuber favorito me diga que fumar marihuana es la mejor opción o que el Piel Roja “es para varones”y si lo voy a hacer es porque mis valores ya se vieron evaluados en esa situación y no porque una persona a la que idolatro lo esté haciendo, en el peor de los casos ese filtro ya no existe y estaré condenado a ser la réplica de lo que las redes me sugieren. Tal vez el ejemplo que acabo de colocar sobre la mesa es un poco extremo pero créanme, pasa con alimentos fit, marcas de ropa, maquillaje y hasta ediciones para hacerte sentir más “bonit@”, ustedes saben muy bien a lo que me refiero. Hace unas semanas vi una historia de una persona cercana que denunciaba a una empresa de cosméticos por Instagram porque para el día de la madre compró un kit de la página, los productos que adquirió no eran de buena calidad y por esta razón tuvieron que someter quirúrgicamente a su pariente, ejemplos como estos hay bastantes y creería que la idea es suficientemente clara.
Para no darles mucha más vuelta al tema les recomiendo que hagan un ejercicio breve, vayan a su perfil de instagram si lo tienen y revisen las personas a las que siguen, pregúntense si en verdad estas personas les aportan algo a su vida y si ustedes consideran que los cientos o a veces miles de personas que siguen están impactando positivamente, déjenlo así, pero si no, empiecen a dejarlas de seguir, lo que es interesante es que va a llegar un punto en el que la misma aplicación (Instagram) les va a bloquear esta acción, literalmente nos están diciendo, ¡JOVENES!, por favor sigan consumiendo y sigan siendo parte del capitalismo destructivo que estamos construyendo para ustedes.
Si quieren tener un 360º sobre la cultura Flex en los Estados Unidos les recomiendo que vean el video “The dark side of flex culture” hecho por la youtuber Tiffany Ferguson, quien hace un análisis muy detallado de este movimiento, plantea todos los daños que hace en una sociedad consumista y muestra algunos casos que pueden llegar a ser increíbles.
Referencias
DINERO. 2020. Influencers: El Negocio Del Mercadeo En Redes Sociales. [online] Available at: <https://www.dinero.com/empresas/articulo/cuanto-ganan-los-influencers/281396> [Accessed 26 June 2020].
UNAL, Red de comunidades de graduados Antioquia. 2019. Enlace Profesional. [online] Available at: <https://medellin.unal.edu.co/egresados/images/pdf/escala-salarial-2019.pdf> [Accessed 30 June 2020].


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