top of page

Los chicos de Slytherin

Nota de la Autora

Antes que nada, me gustaría agradecer a todos los que leen esta historia. Es para mí un orgullo presentar este contenido de mi autoría, ya que desde hace mucho tenía el sueño de introducir mi toque personal a un universo tan maravilloso como lo es el Mundo Mágico de JK. Rowling, a la cual por supuesto, le corresponden los respectivos derechos de autor. También deseo agregar, que si encuentras alguna inconsistencia en lo que refiere a personajes, de antemano disculpas, esto se debe a que anteriormente los personajes llevaban el nombre de mis conocidos y por motivos de privacidad los modifiqué. Sin más preámbulos, espero que disfrutes de esta historia querido lector, tanto como yo disfruté al imaginarla, escribirla y vivirla….

Para Juli, mi amiga Potterhead; gracias por leer mis historias y llevarlas en tu corazón...

CAPÍTULO 1: La Ceremonia de Selección

Era mi primer día en Hogwarts. El viaje en el expreso había sido completamente maravilloso, conocí a una chica fabulosa llamada Joyce y hablamos todo el viaje. Es en verdad grandiosa y espero que seamos compañeras de casa.

Todos los chicos de mi curso había escuchado acerca del gran Harry Potter. Y todos también sabían que en nuestro año estaba su hija menor, Lily Potter. Todos teníamos ansias de conocerla, pero su odiosa prima Rose no la dejaba separarse de los Potters y se creía la gran cosa.

Finalmente, el profesor Longbottom nos hizo entrar al Gran Comedor, que estaba completamente lleno de niños emocionados. Poco a poco, los chicos de mi año fueron siendo seleccionados. La mayoría estaban entrando en Gryffindor, lo que me hizo sentir nerviosa ya que siempre le he tenido cierto desprecio a aquella casa. Finalmente, vi una cara conocida. Joy, mi recién conocida amiga se posicionó abajo del viejo sombrero, el cual empezó a hacer gestos y a meditar su decisión:

"Eres una chica muy lista, cierto...podrías quedar bien en Ravenclaw", dijo el sombrero.

"Sombrero, piénsalo bien. Soy pésima para los números", dijo Joyi nerviosa.

"Amas leer...pero también eres determinada y muy leal...."añadió el sombrero, cada vez más dubitativo.

Joyce cerró sus ojos forzosamente e intentaba no llorar. Finalmente el sombrero exclamó:

¡GRYFFINDOR!

Le siguió una chica nacida de muggles llamada Kimberly. Era una niña muy alta y estaba nerviosisima ante todo lo que estaba pasando. Por alguna razón, me pareció familiar. El profesor Longbottom puso el sombrero sobre su cabeza y después de divagar un poco, el sombrero la envió a Gryffindor, lo cual la hizo adquirir cierta conexión con Joy.

En fin, mi momento había llegado, después de tantos preámbulos, el profesor Longbottom dijo mi nombre y el sombrero se preparó para designarme a mi casa. Contuve la respiración. El sombrero pensaba su decisión con tanto esmero y estaba tan dubitativo que la profesora McGonagall anunció:

¡Tenemos a la primera Hatstall en años!

Las lágrimas empezaron a humedecer mis mejillas y estaba perdiendo el semblante por completo, mientras aquel sombrero viejo y polvoriento revisaba mi mente como un libro abierto. Pude notar que todo el Gran Comedor me miraba amenazante. Después de casi 11 minutos, el sombrero me preguntó:

¿En qué casa te gustaría estar?

Yo le respondí con una voz temblorosa que me gustaría estar en la noble casa de Rowena Ravenclaw, a lo cual él respondió:

Permíteme pensarlo,... sí, tal vez estarías bien allí, sin embargo te enviaré a...¡SLYTHERIN!

Slytherin. Que gran sorpresa me llevé. De verdad estaba confundida y solo pude agradecer al sombrero y caminar suavemente hacia la mesa de Slytherin, donde noté que un par de ojos grises me observaban fijamente....


CAPÍTULO 2: Conociendo Slytherin

Me dirigí hacia los ojos grises del chico que me miraba. A su lado estaba sentado un muchacho moreno que parecía inseparable del otro. Finalmente supe quien era. Malfoy. Sentí como si mi corazón estuviera en una gran carrera y al parecer, iba ganando. Era incluso más atractivo que su padre, Estoy casi segura de que solté un suspiro, ya que el chico de su lado (que tenía pinta de Potter) me habló:

Así que, una Hatstall. ¡Bienvenida a Slytherin! Dijo mientras me extendía la mano. Yo le respondí:

¡WOW! ¡Albus Severus Potter! ¡Eres toda una celebridad!

Hubo un silencio incómodo, pero no porque alguno se hubiera sentido mal, sino porque Scorpius me hipnotizó. Su cabello platinado, sus ojos grises fríos que a la vez me transmitían una calidad incomparable, su cuerpo fornido y su tez pálida... Una voz dulce me sacó de mis pensamientos:

¡Hola! Soy Scorpius, y tú eres Anne, ¿verdad?

Sí...sí, soy yo

¿Emocionada por estar en Hogwarts?

¡Muchísimo!

La conversación entre los chicos y yo pareció durar horas, tanto que el banquete acabó y me acompañaron a la mazmorras. Parecíamos viejos amigos que se reencontraban después de años.

¿Sabías que Scorpius está completamente loquito por mi prima Rose? Dijo Albus con una carcajada mientras bajábamos las escaleras hacia las mazmorras. ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEE!? Dije con un grito ahogado de desesperación.

¡ALBUS! Gritó Scorpius con enojo.

¿En serio Scorp? No te imaginaba así...Dije dándole una mirada misteriosa al susodicho.

Pronto llegamos a las mazmorras de Slytherin, espaciosas y elegantes como suelen ser descritas. El impactante paisaje del lago negro me causaba emoción, me deba ganas de permanecer allí por siempre...

Bueno Anne, debemos despedirnos, nos vemos mañana. Dijo Albus ya que Scorpius seguía enojado por lo de Rose.

Era simplemente fascinante. Pensar que pasaría los próximos siete años de mi vida en la fantasía de Hogwarts. Pero el problema sería conseguir amigos en Slytherin de mi mismo año. Después de todo, al ver las chicas que estaban en mi dormitorio, solo conseguí encontrar a un par de engreídas malhumoradas con las cuales me llevaría mal. Sin embargo, estaba completamente determinada en disfrutar mi vida en Hogwarts y nada, nada me detendría…


CAPÍTULO 3: El Golpeador de Quidditch

Los días en Hogwarts pasaban, y todo estaba tomando buena cara. Para sorpresa de todos, en poco tiempo me había convertido en la mejor de la clase, y me estaba sintiendo completamente a gusto en el mundo mágico.

Un día iba caminando con Joy por el patio cuando encontramos a un chico alto que vestía el uniforme de Quidditch de Gryffindor y llevaba una escoba. Nos miró fijamente y dijo:

Hola chicas, ¿han visto a Potter?

Yo le pregunté:

¿Cuál de los tres?

El misterioso chico respondió:

A James Potter, lo necesito para la práctica de Quidditch.

En ese momento el rostro de Juliana adquirió una expresión de lo más extraña y añadió:

¿Tú no eres de primer año? Te he visto antes, en la sala común...

El chico hizo un gesto de felicidad y le dijo animadamente a Joy:

¡Ah! Tú eres Joyce la que se la pasa leyendo. ¿No recuerdas que el profesor Neville anunció que tendríamos a un nuevo golpeador de primero en el equipo?

Joyce se estaba sonrojando hasta las orejas y exclamó:

¿¡Eres tú?! ¿¡Daniel Creek?!

¡En carne y hueso! Oye Joyce, deberíamos ya sabes, hablar luego de la práctica de Quidditch.

Daniel finalmente se marchó, y Joyce parecía completamente hechizada. Intenté hacerle responder, pero ya estaba embrujada por aquel chico alto, atlético y encantador.


CAPÍTULO 4: La Lechucería

Juliana no hacía más que seguir a Daniel a las prácticas de Quidditch y por tanto no tenía más que hacer sino pasármela con Scorpius y Albus en los recesos. Por otra parte, estaba sola, excepto con Lola, que era mi mascota, y ella me causaba aún más desgaste al tener que encubrirla como animaga no registrada...

Un día, Albus y Scorpius me pidieron acompañarlos a la Lechucería para recoger sus cartas y también, las mías. Estaba completamente nerviosa. Tal vez me estarían escribiendo cartas sobre lo decepcionante que era mi llegada a Slytherin o por el contrario me estarían felicitando. Después de todo, la familia de mi padre había conservado su puro linaje y habían estado la mayoría en Slytherin, hasta que mi querido padre resultó ser un Squib. En contraste, muchos en la familia de mi madre habían sido expulsados de Hogwarts por "comportamientos inapropiados", unos pocos han sido Squibs y mi abuelita, el caso más remarcable, fue la gran capitana del equipo de Quidditch de Hufflepuff, e hizo que ganaran la copa de Quidditch 5 años seguidos.

Al llegar finalmente a recoger las cartas, vi que la nueva amiga de Juli, Mariana, estaba recogiendo una carta cuyo sobre estaba repleto de corazones brillantes. Mariana me miró, ya sabía que había descubierto su secreto. La saludé intentando obtener más detalles acerca del que parecía su novio:

Hola Mari. ¿Vienes a recoger cartas de tu familia?

Emmmm....no exactamente. ¿Podemos hablarlo más en privado? Dijo mirando de manera indiscreta a Albus y Scorpius.

Entendí claramente lo que quiso decir, por lo que sugerí que fuéramos a la sala común de Gryffindor.

La Señora Gorda se dirigió a Mari con disgusto y le dijo:

¡CONTRASEÑA SEÑORITA, QUE AHORA TRAS DE SER MOLESTA TRAES A SERPIENTES POR AQUÍ!

La pintura me hizo enojar completamente y le dije:

¡SOLO CÁLLESE YA SEÑORA!

La "dama" estaba completamente furiosa y solo abrió la puerta a la torre de un golpe, dejándonos pasar, llena de cólera.

Mari me condujo hacia su dormitorio, donde estaba Juli con un gesto romántico mientras escribía en lo que parecía un diario.

¡JULIANA! ¡¿Cuándo vas a dejar de escribir sobre lo "atlético, fuerte, guapo, PERFECTO" que es Daniel?!

Juliana cerró su diario de un golpazo y le preguntó a Mariana:

Por lo visto no soy la única que está teniendo un flechazo. ¿Otra carta de Juan?

Mi boca estaba abierta de par en par y pregunté con una sonrisa maliciosa:

¿Así que Juan es el chico de los sobres con corazones? ¿Estudia en Durmstrang?

La tez de Mariana estaba sonrosada intensamente, y solo pudo decir:

No, es muggle. Antes de venir a Hogwarts aprendió a enviarme lechuzas para que no me hiciera falta.

La conversación iba de maravilla hasta que llegó una irritante prefecta que le dijo a Mariana:

¡CAUSANDO PROBLEMAS OTRA VEZ, CASTIBLANCO! ¡FUERA, A TU CASA, SUCIA SERPIENTE!


CAPÍTULO 5: Los Repudiados

Slytherin...Slytherin. Éramos los odiados, todo el mundo nos temía. De todas las casas, me tocó la que tiene una reputación de mierda. Mi mente caminaba sobre todos esos insultos. Sucias serpientes rastreras. Falsos sangre pura. Yo ni siquiera era sangre pura. Odiaba a Voldemort. Y a las Artes Oscuras. No lo soportaba más. La niebla caía sobre mis hombros mientras mis pesados pasos marcaban de odio los pasillos.

No sabía por donde caminaba hasta que llegué a las entradas del Bosque Prohibido. Vi a un chico de primero, que estaba siendo amenazado por unos chicos de Gryffindor y Slytherin. Pronto pude ver con más claridad: hallé a mis odiosas compañeras de cuarto y a otros chicos desconocidos de Gryffindor, todos de primero. También pude ver el brillante cabello rubio de un chico Gryffindor que intentaba no intimidarse ante los demás, pero estaba fallando en aquel aspecto. Estaba confundida, y solo pude ir a buscar a Hagrid, que iba camino a la oficina de la profesora McGonagall. Halé con fuerza su abrigo de piel y le dije que fuera al Bosque Prohibido para ayudar al desconocido chico de Gryffindor. Obviamente, Hagrid espantó en un segundo a todos los bullies y yo solo pude hablar con el rubio:

Hola.

Él respondió:

Hola, gracias por, bueno ya sabes...

¿Cómo te llamas? Le pregunté con firmeza.

Matthew. Matthew White.

Yo me llamo Anne. Anne Love.

El rostro del chico tomó una expresión de sorpresa y exclamó:

¡La Hatstall! Gusto en conocerla.

Lo mismo digo. Respondí con una sonrisa.


CAPÍTULO 6: Albus y Yo, en Abandono

Esa tarde decidí ir a la biblioteca, solo para matar el tiempo y divertirme un poco. Estaba preguntándole a la señora Pince acerca de libros sobre la Primera Guerra Mágica cuando divisé a Albus con la cabeza agachada sobre la mesa, así que fui a conversar con él. Sacudí su despeinado cabello y le pregunté suavemente:

¿Estás bien Albus?

El chico no quería moverse, ni me miraba, hasta que levantó el rostro. Estaba decaído, solitario y triste. Me dijo entre sollozos:

Scorpius. Se fue con Rose. Estaba hirviendo de la rabia. Esa desgraciada.. Albus continuó diciendo:

Ella le miente. James me lo dijo. La detesto. Y detesto a Scorpius por ser tan crédulo. Fue una de las noches más terribles de mi vida. Al rato vino James a traer la cena a la sala común, y pronto nos dormimos junto a Albus en los sofás, arrullados por el calamar que vivía en el lago y expectantes ante la suerte de Scorpius. A eso de la una de la madrugada, Scorpius llegó haciendo ruido y feliz. Venía de la torre de Astronomía, y ni notó que Albus y yo estábamos en la sala común. Era un completo tonto.


CAPÍTULO 7: Llega la Navidad al Castillo

Traté de alejarme tanto como fuera posible de Slytherin. Estaba confundida; por una parte me sentía orgullosa de mi casa, pero por otra sentía que estar en Slytherin no sería más que una marca que me acompañaría a todas partes.

Llegaba el invierno al castillo, y solía pasar el rato con mis amigos de Gryffindor. James, después de todo, logró quitarnos a esa prefecta fastidiosa de encima, que odiaba a todos los que no fueran de Gryffindor.

El tiempo volaba y ya nos preparábamos para tomar el tren de regreso a casa. Hubo algarabía en los dormitorios de los chicos de tercer año en las mazmorras, mas no me aventuré a averigüar acerca del tema, después de todo tenía que empacar y no había tiempo que perder.

Encontré a Matthew junto a su perro Bailey a las afueras de los dormitorios, tal como habíamos acordado, sin embargo Kimberly y Joyce no aparecían, lo que nos hizo preocuparnos acerca de ellas.

Caminamos hacia el Expreso de Hogwarts y buscamos un compartimiento vacío, en el cual esperamos pacientemente a las chicas, aun así seguíamos sin saber nada de ellas. Justo antes de que el tren partiera llegó Albus, y detrás suyo un Scorpius decaído, con sus ojos color plomo enrojecidos y sus pálidas mejillas mojadas de lágrimas.

Hubo un largo y lúgubre silencio, que rompió Matthew al preguntar:

¿Estás bien, Malfoy?

Scorpius levantó la mirada, suspiró profundamente y se echó a llorar otra vez. Albus tomó su mano y dijo:

Fue Rose. Le mintió sobre ya saben que...

Scorpius dijo en un sollozo:

¡Soy un idiota! ¡Un imbécil completo en el amor!

No sabía qué hacer. Era supremamente horrible ver al chico más inteligente, hermoso y amable de Hogwarts sufriendo por amor. Finalmente dije:

Scorpius Hyperion Malfoy. Tú no eres ningún idiota. Eres una persona tan increíble que la inferioridad de Rose no le permite darse cuenta que ella no te llega ni a los tobillos.

Todos me miraron, perplejos. Scorpius me miró a los ojos, tomó las mangas de su túnica y se secó las lágrimas. Luego, se sentó a mi lado…

El tren finalmente se marchó, y pronto me dormí. Me desperté súbitamente, dormida junto a Scorpius, con nuestras manos entrelazadas y mi cabeza sobre su hombro.

Escuché a Matthew decir:

El uno para el otro, ¿no crees, Potter?

Albus respondió:

Y aun así Scorpius no se da cuenta…


CAPÍTULO 8: Las Vacaciones de Navidad

Abrí los ojos de manera repentina, lo que hizo que Albus y Matthew se percataron de que ya estaba despierta .Matthew dijo en un tono burlón:

¿Y, cómo te fue con tu amorcito?

Albus añadió con una risa:

Jamás supe que te gustaran los hurones, Anne..

Estaba completamente roja, y creo que el calor hizo despertar a Scorpius de su profundo sueño. Abrió sus ojos con confusión y empezó a decir cosas sin sentido:

No quiero despertar, mamá. Ya empezó el juego de Quidditch….

Albus lanzó una carcajada al unísono con Matthew. Albus dijo en un tono chillón:

Tranquilo Scorpi, tu mami está aquí…

Scorpius hizo un gesto de extrañez y dijo:

¿Albus? ¿Qué haces en la mansión?

Matthew seguía riéndose y yo le dije a Scorpius:

Estamos en el expreso de Hogwarts, tontín. Ya casi llegamos a King 's Cross.

Luego de un par de minutos, pude observar por la ventana que ya nos acercábamos a la estación. Empezamos a bajar nuestras valijas de los compartimientos y Scorpius me dijo:

Oye Anne, ¿podemos hablar?

Yo le respondí tímidamente:

Claro, Scorp. ¿Qué necesitas?

Sabes, solo quería agradecerte por, ya sabes, lo de Rose y, lo que me dijiste...me hizo sentir mucho mejor. En fin gracias... Me dijo Scorpius y me abrazó con una calidez y una ternura indescriptible, una que solo él me podía hacer sentir.

Bajamos del tren, nos despedimos y nos fuimos con nuestras familias.

Las vacaciones iban bien, la estaba pasando excelente con mi familia y no recibí muchos comentarios acerca de Hogwarts....tal vez había exagerado un poco.

Una tarde recibí una carta. Era Cinna, la lechuza de Joyce. Abrí la carta con emoción, no sabía de Juli desde hace semanas. Decía:

Querida Anne;

Espero estés disfrutando tus vacaciones con tu familia. Perdón por no esperarte en las mazmorras como acordamos, pero con Kim conocimos a una chica muy cool. Se llama Paola, está en Hufflepuff y es de primer año también. Es super amable. Nos conocimos mejor en el viaje en tren y es mestiza, tiene una hermana en tercer año. Podríamos ir al próximo partido de Quidditch con ella después de vacaciones, además no me quiero perder a Dani 🥰.

Con respecto a Kim, está divirtiéndose con Juan, viajaron al campo juntos, espero que podamos ir al callejón Diagon de compras juntas como acordamos con ella..

En fin amiga, espero que disfrutes tus vacaciones un montón, ¡nos escribimos luego!

Joy 💖”

No puedo negar que sentí celos al leer la carta, pero igual me decidí a responder, después de todo, Joyi es una excelente amiga.

“Querida Joy;

Muchísimas gracias por tu mensaje. Espero que la estés pasando excelente en tus vacaciones. Me muero de ganas por conocer a Pao, parece una buena persona. No te preocupes por lo del tren, finalmente viajé con Matthew, Albus y Scorpius. ¡No te imaginas lo que pasó con mi Scorp 💘! Bueno amiga, ¡nos vemos en Hogwarts!

Con cariño,

Anne.

Recibí muchos regalos de Navidad. Libros, ropa y un par de juguetes. Todo me encantó. Pero cuánto se recibe se tiene que dar, y como siempre, no iba a gastar mis ahorros en comprar regalos para todos mis conocidos. Primero empecé por los familiares, es fácil dar tarjetas a los más distantes, mientras que a los más cercanos les escribiría un mensaje desde el corazón. Con mis amigos tuve que esforzarme un poco más; a Kim le di una guía impresa de lettering mágico, a Joy le di una suscripción a un club de fans de los libros juveniles, a Matthew le regalé dulces, a Dani le regalé un poster de los Meteoritos de Moose Jaw (el equipo de Quidditch del que se la pasa hablando), a Albus le obsequié una caja grande de chocolates (esperando que los comparta con sus otros hermanos) y a Scorpius le obsequié un set de plumas.

CAPÍTULO 9: De Vuelta en el Castillo

Y nos encontrábamos de vuelta en el Expreso de Hogwarts, listos para terminar nuestro año con grandeza. Me despedí de mi numerosa familia y luego busqué un lugar donde sentarme. Finalmente encontré un compartimiento en el que vi a Kim y Joy, y me uní a su conversación:

¡Nos divertimos tanto en el Callejón Diagon! Dijo Kimberly con un tono que a veces me irritaba.

¡Sííí, fue super cool! Añadió Joyi.

¡Mira lo que compré! ¡Son unos estilógrafos para lettering con extensor de varitas! ¡Ahora puedo hacer el lettering del manual que me regalaste! Dijo Kimberly sacudiendo una caja de estilógrafos carísimos.

¿Cómo funcionan exactamente? Pregunté yo en mi ignorancia.

La chica del almacén tomó mi varita y le hizo un corte, luego amarró uno de los estilógrafos al cabello de unicornio. Así quedan con conexión mágica y puedes hacer que brillen, cambien de color, se muevan, ¡DE TODO!

Parecían bastante raros, nunca me había interesado el arte o asuntos similares. Aun así, no quise hacer sentir mal a Kim y le dije:

Se ven....interesantes. Te felicito Kim.

Poco tiempo después llegaron el resto de mis amigos y al verlos a todos reunidos me sorprendió ver lo amplio que era mi círculo social. Al ver que ya no había lugar, nos acomodamos todo en un solo compartimiento, lo que fue bastante difícil y al final la disposición terminó siendo completamente hilarante. Joyce terminó sentada muy pero muy cerca de Daniel, mientras que yo me senté junto a Scorpius. Daniel agregó cuando el tren dejó la estación:

¿Parece que este viaje va a estar un poco apretado, no creen?

Su comentario nos causó mucha risa, tanta que el hermano de Albus, James, llegó desde su compartimiento y le dijo señalando a una rubia de sexto año:

Podrías dejar de hacer tanto ruido, hermanito. Vas a espantar a las chicas…

La extensa familia Potter ocupaba el compartimiento de atrás al nuestro. Lo ocupaban todos los hermanos y primos (menos Hugo) de Albus, así como Polly Chapman, su hermana Piper (amiga de Lily Luna) y Alice Thomas-Finnigan, ambas mejores amigas de la odiosa Rose. Pude sentir que muchos de ellos nos miraban con desagrado todo el camino, sin embargo mis amigos y yo la pasamos de maravilla en el tren, hablando de Quidditch, leyendo y durmiendo. Bueno, lo de dormir fue complicado, porque con todos amontonados en tan poco espacio, Scorpius y yo dormimos como si fuéramos un sandwich.

Todo fue habitual esa noche al llegar a Hogwarts. McGonagall dio su discurso para darnos la bienvenida a la cena, como siempre, y empezamos a comer. Supongo que si este año empezó bien terminará incluso mejor.


32 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Sobre la literatura eterna y otros males

Nicolás Daza Abello 11°C El cuento “El libro de arena”, de la obra de Borges que lleva el mismo nombre, nos plantea como eje central la introducción de un libro muy particular y con características in

La búsqueda del yo

Valentina Restrepo Amador 11°D El cuento escrito por Borges: “Undr” relata la historia de un personaje que, por estar huyendo, se encuentra con un término que le causa curiosidad y ansiedad. Dicha exp

bottom of page