¿Podrá un profesional ser más que lo que dicta su acta de grado?
- Legacy Post

- 27 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Por: Daniela Mahecha Rivas
Una de las cosas que más me hubiese gustado escuchar en mis últimos años de colegio es que elegir una carrera no determinaría mi futuro.
Casi siempre nos presentan que el título que obtengamos al finalizar la universidad va a definir quién eres y a qué puedes llegar. No obstante, al menos en mi caso, donde no tenía idea alguna de qué quería estudiar, escuchar aquello suponía una carga y un sentimiento de culpa que en verdad es muy difícil de soportar. No saben cuántas veces lloré de frustración por no sentirme capaz de sentenciarme con un título. ¿Cómo puede mi futuro recaer en una sola decisión rodeada de incertidumbre pura?
Sin embargo, me gusta pensar que no es así. Me gusta pensar que, sin importar lo que estudies (o si decides no hacerlo), tu futuro dependerá de aquello que decidas hacer con el conocimiento que adquieras, no solo de un pregrado, sino de la existencia, de la vida, con sus victorias y caídas. Me rehúso a considerar que debes “encontrar tu carrera”, como si fuésemos dos almas destinadas a hallarse, pues lo que debería preocuparnos es empezar a descifrar un futuro donde alcancemos y lleguemos a ser aquello que aspiramos, haciendo uso de nuestro saber.
Por ello hoy te digo, sin importar que suene pretencioso, que yo quiero ser lo mejor y hacer lo mejor. Quiero aprender, quiero ser, quiero triunfar; y el título que obtenga no lo va a determinar. ¿La carrera que elegí me va a ayudar en ello? La verdad, no lo sé, pero tampoco es que me preocupe, pues lo que espero hacer recae en aspectos mucho más trascendentales que un título universitario. ¿El maestro en arte estará sentenciado a pintar toda su vida, al igual que el abogado estará obligado a sentarse en una corte? ¿O podrá un profesional ser más que lo que dicta su acta de grado?
Tu futuro recae en ti. No en una licenciatura, en una ingeniería o en un técnico. Y para ello deberás esforzarte, deberás confiar en ti, y esto quizá sea la parte más difícil de todo el camino. No podíamos esperar que esa libertad de poder, entre pocas, no exija un poco de sufrimiento. El deber está en ti, en tu voluntad de ser y hacer. ¿Estás dispuesto a tomarlo, o comprarás la idea de que ese título universitario vale más que lo que puedes aspirar como persona?


Comentarios